22 nov 2007

El Planeta de los simios, 1968 vs 2001 (2)

PLANET OF THE APES (2001)


Antecedentes: De todos es bien sabido el interés de Tim Burton por las historias comerciales (lo que se ha llamado los últimos treinta años los blockbusters), especialmente dentro del terreno de ciencia-ficción. Desde los inicios de sus ya más de veinte años de carrera, ha dirigido títulos como "Beetlejuice", "Batman", "Eduardo Manostijeras", "Mars Attacks", "Sleepy Hollow", "Big Fish", "Charlie y la fábrica de chocolate", "La novia cadáver" o el título que nos ocupa.




Saquemos conclusiones (aunque sean precipitadas, siempre es algo muy tentador): a Tim Burton le gustan los cuentos, le gusta la ciencia-ficción, le gusta adaptar textos ya escritos (a Boulle, a Dahl, a Irving...) y le gusta, aunque esto sea ya muy personal, tener a Johnny Depp y Danny Elfman -en la música- a sus órdenes. Pero por encima de todo, le gusta ganar dinero, con productos con mucha mercadotecnia a sus espaldas, inversiones fuertes, caras conocidas y una sonrisa esperando que la taquilla vaya como se espera.

Y ése fue un gran motivo para rodar una propia visión, más fantástica si cabe en su planteamiento y desarrollo que la anterior, de "El planeta de los simios". Tras una película con cuatro secuelas, una serie de televisión y una invasión de productos simios en el mundo a principios de los setenta, esa generación ya no es la consumidora a principios del siglo XXI: un mundo más global de hijos de aquellos apasionados puede ser un objetivo comercial que otorgue vastos dividendos. Sin negar que fuera una historia que siempre le apasionara a Tim Burton y quisiera dar su punto de vista, pero sospecho que eso queda en un segundo plano.


Sinopsis: La acción se sitúa en un futuro no muy lejano. En una base espacial alejada de la Tierra, se utilizan monos adiestrados para misiones espaciales. Un entrañable monito se pierde en una tormenta espacial en uno de estos viajes, y el astronauta Leo Davidson, interpretado por Mark Wahlberg, va en su búsqueda y se pierde también. Leo avanza en el tiempo y aterriza en un planeta en el que los simios dominan a los humanos, en una sociedad organizada. Leo y otros humanos son vendidos como esclavos a una simia que les trata bien y les pone a servir en casa de su eminente padre.

Tras un incidente con un Thade, el personaje maléfico de la película, Leo se escapa junto con su amiga simia Ari y otro grupo de humanos que estaba preso. Su objetivo es llegar a la zona sagrada de Calima, donde está el secreto sagrado de la raza simia. Allí tendrá lugar una batalla que decidirá el futuro de todos ellos... y hasta aquí puedo leer, como dirían en otro sitio.


Aspectos técnicos: Es una película cuidada al máximo en lo que respecta a los efectos especiales, como no podía ser de otra manera. Gran parte de las pretensiones de la película se basan en su inversión, y esto incluye los parámetros técnicos y la fuerte campaña de publicidad que se hizo en su día. Podemos decir que tanto el maquillaje, la música, efectos especiales y vestuario son bastante logrados, insistiendo en la generosa inversión empleada. Hubo varias nominaciones a premios como los BAFTA (premios de la Academia británica) o los Saturn (premios americanos a películas de ciencia ficción y terror), pero la cosecha fue insignificante incluso en estas categoría. Asimismo, algunos actores estuvieron nominados para los Razzie, antagónicos al Oscar que denotan lo peor de cada año.

Crítica: Una película fallida. La crítica internacional la dio unos palos excesivos en mi opinión, sobre todo en la comparación con la versión anterior. Cierto es que había unas expectativas bastante altas por la trayectoria de adaptaciones de Tim Burton y que la película se queda en mediocre.

El mayor fallo que nos encontramos es que es un filme vacío en el sentido de que carece de gancho, y no llega a implicar emocionalmente al espectador en la historia. Hay una sensación imperante de que todo está demasiado forzado, muy preparado para llevarnos a los momentos clave, viéndose perjudicado el desarrollo natural de la historia por ello. El final, distinto a la versión anterior, se prevé momentos antes y no sorprende como podría haberlo hecho; quizá el exceso de metraje (excesivas pretensiones) tampoco ayude demasiado en este sentido, y da la sensación por todo ello que no hay fluidez en el ritmo de la narración. Por mi parte, seguiré con el hábito de no fastidiar la conclusión de la película a nadie.


Las interpretaciones no ayudan, y únicamente Helena Bonham-Carter me parece adecuada en su papel. El resto cae en el histrionismo o el vacío de sentimiento. Para los nostálgicos, Charlton Heston tiene un pequeño papel como moribundo padre del maléfico Thade... y curiosamente es el único simio que sujeta una pistola en la película, como bien remarca wikipedia.

21 nov 2007

El Planeta de los simios. 1968 vs 2001 (1)

INTRODUCCIÓN



Personalmente, siempre me han resultado curiosos los remakes. Ya dedicamos algunas entradas hace un mes aproximadamente a ello en lo que se refiere a la música (llámese, generalizando, remakes, versiones, adaptaciones o como se quiera, ya que lo importante es el concepto).

De igual manera, resulta curiosa la tendencia de gran parte de la crítica artística a negar la calidad de las nuevas versiones. Si una canción es versionada con acierto, merece una alabanza (el tema de la originalidad es algo aparte, muy importante pero no el 100% de mérito en una manifestación artística), al igual que películas acertadamente revisadas. ¿Alguien censuraría el "Layla" unplugged de Clapton por ser una adaptación? ¿O el "Unchain my heart" de Joe Cocker, argumentando que solo admite el original de Ray Charles? Avanzando hacia la intertextualidad, ¿quién negaría los valores de "El Padrino" de Coppola escudado en que el original es material escrito por Mario Puzo?

Vaya por delante, de este modo, que lo ideal al contemplar una versión o remake es abstraerse del original en la medida de lo posible; así evitaremos una inclinación a lo positivo o lo negativo debido a los parámetros culturales adquiridos.

La comparación, inevitable a posteriori, nos lleva a "El Planeta de los simios", obra cinematográfica cuya primera versión aparece en 1968 (a partir de una novela del francés Pièrre Boulle, siendo una adaptación relativamente lejana de la misma) y con una nueva propuesta que viene de la mano del comercial Tim Burton en el nacimiento del siglo XXI.
Debe remarcarse, aunque será el objeto principal de esta serie de artículos, que estamos ante un caso de libre adaptación por parte del segundo filme, alejado de copias casi plano a plano como el homenaje que Gus van Sant hizo a Hitchcock en su "Psycho". Como podemos ver, hay de todo, tanto sobre la libertad de la adaptación como de la calidad del producto final tomado de manera aislada.
Dividiremos la entrada, por longitud, en tres partes: la primera la estamos empleando en una presentación de contenido y un análisis de la versión inicial, la dirigida en 1968 por Franklin J. Schaffner y protagonizada por Charlton Heston, a la sazón gran estrella hollywoodiense. Actualizaremos posteriormente con un comentario sobre la visión de la historia de Tim Burton más de treinta años después, para concluir con una pequeña comparación y reflexión final.

Aprovecho para pedir perdón asimismo a los lectores asiduos (¿los hay?) por la tardanza de este artículo sobre el anterior, pero algunos problemas técnicos me han impedido disponer de internet en el portátil, medio que utilizaré en adelante.



PLANET OF THE APES (1968)


Sinopsis: Para quienes no conozcan o recuerden la trama, se hace necesario reseñarla, tratando de no dar detalles clave del desenlace. La historia se sitúa en un futuro lejano, en una nave donde tres astronautas viajan por el espacio y aterrizan forzosamente en un planeta; aquí comprueban que se dan condiciones idóneas para la vida, y descubren que, en efecto, la hay. Se encuentran con unos humanos que no hablan y, para su sorpresa, unos simios que hablan y dominan a los humanos: la pirámide evolutiva se ha invertido.
George, el personaje de Charlton Heston, es herido y capturado, aunque sus compañeros corren peor suerte: uno de ellos, en una de las imágenes más impactantes de la película, ha sido lobotomizado por los simios inteligentes. El otro creo recordar que muere. Así pues, George se encuentra herido en la garganta, resignado en un principio a no hablar para no ser objeto de experimentos y cautivo de los simios, como muchos otros humanos (o pre-simios, si se permite la licencia en esta curiosa involución).
Cuando George se ve obligado a hablar en un momento de máxima tensión, nos encontramos con todos los elementos del nudo de la acción: la lucha de un hombre atrapado en un planeta dominado por simios por su libertad, por no ser objeto de experimentación científica y por convencerles de que viene de un planeta remoto. Para ello, contará con la ayuda de unos simios científicos que creen que dice la verdad y con la oposición de las autoridades, ejército, etc.

Aspectos técnicos: Es evidente que lo que más llama la atención en la película es el exhaustivo trabajo de maquillaje sobre los actores. Las arduas sesiones diarias de caracterización simiesca están perfectamente mostradas en los contenidos adicionales del DVD comercializado en España por Fox; es una compra muy recomendable por los documentales, destacando todo lo que dedica al trabajo de maquillaje, viendo los procesos, materiales empleados, pruebas a los actores, etc. Día tras día los actores tuvieron que aguantar pacientemente las transformaciones de los más de setenta maquilladores, lo que fue la causa de que el venerable Edward G. Robinson abandonase la producción y su rol de Dr. Zaius.

En 1968 no había aún Oscar al mejor maquillaje, por lo que la película fue galardonada con un merecidísimo galardón honorífico- Decir a este respecto que esta categoría no sería instaurada como permanente hasta 1981, por el revuelo que causó que el maquillaje de "El hombre elefante" (David Lynch) no tuviera Oscar honorífico el año anterior.

Otros aspectos destacados, aunque llamen menos la atención que el maquillaje, serían el sonido y el vestuario, ambos con nominaciones a los premios de la Academia. Los efectos de sonido son bastante logrados, y la sombría y vanguardista banda sonora de Jerry Goldsmith, fallecido hace pocos años. Goldsmith, conocido por obras como la que nos ocupa, "Patton", "Chinatown", "La Profecía" (su único Oscar), "Star Trek" o "Alien", ha sido uno de los músicos de cine más peculiares a la vez que influyentes, especializado en el género del terror y ciencia ficción por su particular uso de la percusión y los sonidos graves.

Crítica: Estructurada de manera muy coherente, en ningún momento hay cabos sueltos o subtramas que no aporten al resultado de la historia. Como historia con un alto grado de componente filosófico que es, ciertos actos y declaraciones se prestan a interpretaciones variadas, lo que enriquece la contemplación de esta película y fomenta el debate tras su visionado. Al ser una película de ciencia-ficción (y muy lejana, ciertamente), se puede cuestionar la credibilidad de la trama, pero eso no es de lo que se trata; simplemente, es verosímil dentro de la narración.

Algunas ideas están muy logradas, en un guión que tuvo muchas revisiones, como por ejemplo la de estructurar la sociedad de los simios en graduaciones según la especie: los gorilas haciendo las labores de seguridad, los chimpancés como científicos, etc. Es un proceso de "colmenización" que le da a esta sociedad impensable grandes visos de realismo.

Como ya se ha señalado, el final es antológico, uno de los mejores de la historia del cine (y nuevo, ya que no aparecía en la novela de Boulle). Cambia todo lo que habíamos visto, ya bastante denso de por sí, y da una dimensión mayor a la película; si hubiera un subgénero de cine filosófico, esta película sería un perfecto exponente, pero entretiene como la que más. Para el que no la haya visto y no sepa el final (para ello, el diseñador de carátula del DVD no estuvo nada acertado), le recomiendo fervientemente que no se lo piense. La taquilla respondió muy bien a la película, lo que produjo mucha venta de productos relacionados, hasta cuatro continuaciones fílmicas y una serie de televisión, con la calidad decadente progresivamente (y un remake en 2001 que comentaremos en unos días).




5 nov 2007

Football Manager, el vicio de cada año

En los comentarios, la lista de los mejores jóvenes del juego. En un par de días, siguiente actualización de la lista y entrada del blog.

Finales de octubre. Miles de fans de la saga esperamos el Football Manager de cada año. Algunos, para comprarlo; otros, para obtenerlo de otras maneras. Este año, Sports Interactive intentó un nuevo método de distribución en España, un país en el que siempre se ha jugado muchísimo al Football Manager (en adelante, FM) pero las ventas han sido escasas. En el país de la pillería, no es un hecho de extrañar; a ver si este año, con el nuevo sistema que recuerda al PC Fútbol y el asequible precio de 20 euros, la cosa cambia.

El juego, muy claro: tú gestionas un club de fútbol a prácticamente todos los niveles. lo que sería un manager inglés: entrenador, secretario técnico, tomando decisiones en todos los ámbitos posibles para dar al juego las máximas opciones posibles. La base de datos, la mayor que podamos imaginar, con múltiples opciones de jugabilidad según nuestro sistema pueda aceptar con rapidez o no una base de datos pesada, la opción de jugar muchas ligas de países, etc.

Opciones principales

Para los no iniciados, ¿qué se puede esperar del FM? Pues elegir a tu club favorito y llevarle a cumplir todos los objetivos posibles. Tú gestionas las ventas de tu equipo y (hasta dos) filiales, comprando jugadores, cediéndolos, decidiendo el once inicial, gestionando el entrenamiento más adecuado para cada jugador, etc. Los preparadores del club, los ojeadores, los fisioterapeutas también los eliges a tu gusto dentro de las posibilidades económicas. Podrás mandar a tus ojeadores a torneos, a buscar jugadores al rincón del planeta que quieras, a espiar al crack que te interesa o a que te cuenten los puntos débiles de tu próximo rival. Sobre la directiva, la podrás pedir que te mejore las instalaciones del club y el estadio, e incluso, desde el año pasado, que te busque clubes cantera para mandar allí cedidos a tus jugadores o poder fichar sus promesas a un precio asequible. Asimismo, podrás ser seleccionador nacional si tu nivel es tan bueno que alguna federación vea en ti un sustituto de garantías. ¿Algún juego se le acerca a nivel de opciones?

Historia

El Football Manager empezó llamándose Championship Manager. Aún recuerdo cómo adquirí la primera edición del juego, muy rara de ver en estos días, en un centro comercial, y quedé prendado. Se podía jugar únicamente la liga inglesa y no había ni la centésima parte de las opciones actuales, pero me divertía como un enano en ese Manchester de Peter Schmeichel, Gary Pallister, Eric Cantona o Andrei Kanchelskis, intentando fichar a gente como Paul Ince o Stan Collymore. Una gozada... y el inglés que pude aprender.

Todo cambió en un par de años, cuando el juego empezó a llegarnos traducido y con muchas y nuevas opciones. El mítico CM dos (con canciones dedicadas a su memoria en las aulas agustinas) fue la revolución, porque daba opciones que no se veían en el PC Fútbol de Dinamic, su rival en la época, juego líder de ventas debido a campañas publicitarias potentes y una opción, la de simular el juego participando, de la que carece el CM / FM, un juego puramente de gestión deportiva. El llegar cada mañana a clase recomendando un jugador nuevo era increíble, y no creo que haya que presentar a los míticos Ángel Pedraza, polivalente jugador que siempre era el mejor de la liga, Juan Zamarripa, goleador implacable del Sestao que para equipos pequeños era un dios, o Joseba Etxeberría, un "striker" que solía ser máximo goleador en la liga cada temporada y contaba con escasos 19-20 años en aquellos tiempos.

El CM 4 (¿o ya era FM?) fue el otro gran cambio, añadiendo muchísimas opciones y una base de datos impresionante. Era un juego que te hacía pasar horas y horas en el ordenador, allá por el año 2001 aproximadamente. Todos hacíamos fichajes obligados, como los de Cannavaro, Ferdinand, Vieira, Vieri, Shevchenko, un joven Ronaldinho, o los "chicos maravilla" de entonces: Van der Vaart, Robben o Tévez. El cambio de nomenclatura a Football Manager se debió a un conflicto entre las empresas creadoras, yéndose el núcleo fuerte al que desde entonces se denominaría Football Manager.

Así hasta hoy, donde el FM sigue siendo una fuente de conocimiento futbolístico muy interesante, y una garantía de diversión sin caducidad. Como siempre, se recomienda el juego original debido a la de problemas que dan los descargados. En este último año, por ejemplo, las Eurocopas no las juegan los equipos clasificados, o no se puede poner a un jugador como que "No cuenta para el club", por lo que es muy difícil las ventas. Además, comprando el juego original tienes derecho a actualizaciones en la propia web de Sports Interactive.

Lo único que queda por decir es... a disfrutar del FM.